Trendrinks | Las exportaciones de coñac francés caen un 22,2% en 2023 y se desploman hasta el 45,4% en EEUU

El sector se mantiene en alerta ante la celebración del Año Nuevo chino, un buen indicador de las ventas en Asia, el segundo mercado después del norteamericano.

Lo paradójico de esta realidad es que 2023 fue un año excepcional de vendimia.
Lo paradójico de esta realidad es que 2023 fue un año excepcional de vendimia.

Tras un resultado histórico tanto en volumen como en valor en 2019, 2021 y 2022, el sector del coñac ha encendido sus alarmas tras ver un descenso de sus exportaciones, en volumen de líquido, del 22,2%, según las últimas cifras divulgadas por la Oficina Nacional Interprofesional del Coñac (BNIC).

En concreto, fueron 165,3 millones de botellas frente a los 212,5 millones del ejercicio anterior, y eso teniendo en cuenta que 2022 ya resultó ser un año de naturaleza "inusual" dado que, después de un fuerte crecimiento durante la primera mitad del año, experimentó una desaceleración en los envíos a partir del otoño, saldando el ejercicio con el 4,8% menos de ventas que en 2021.

En EEUU, el desplome en el pasado ejercicio alcanzó el 45,4% y, aunque en términos de facturación global (3.350 millones de euros) el retroceso no fue tan grave -el 14%-, el sector afronta con cautela esta bajada del consumo que, de consolidarse, podría augurar dificultades en el medio plazo.

La combinación de desafíos logísticos, la inflación, el exceso de existencias, los aumentos de precios decididos por varios distribuidores independientes en EEUU y las restrictivas medidas sanitarias impuestas en China son las principales razones esgrimidas por BNIC para tratar de explicar el cambio de tendencia que ya pudo apreciarse en la segunda mitad de 2022. De hecho, desde la organización comercial francesa contaban con que los efectos se seguirían sintiendo en 2023 pero esperando, eso sí, que "los esfuerzos realizados en estos mercados" permitieran "volver al crecimiento a principios de 2024".

De momento, el comportamiento del mercado en EEUU provoca inquietud en el sector, que está en alerta ante la celebración del Año Nuevo chino, un buen indicador de las ventas en Asia, el segundo mercado después del norteamericano. Lo paradójico de esta realidad es que, pese a la fuerte sequía que afectó a varias regiones, 2023 fue un año excepcional de vendimia y de producción de vino, permitiendo recoger la mejor cosecha de los últimos 30 años. De modo que la materia prima es abundante y las expectativas de comercializarla disminuyen.

Reflejos contables

Como informa Eusebio Val en La Vanguardia, el contratiempo en las exportaciones ha afectado ya a la contabilidad de las grandes bodegas como Hennessy, que pertenece al grupo LVMH (Louis Vuitton), y Rémy Martin (esta última cayó un 31,4% en facturación). Pero no solo a ellas: este retroceso en la venta de coñac también se ha dejado sentir en otras empresas que desempeñan actividades relacionadas con el sector, como los fabricantes de toneles, de botellas y de embalajes. Según recoge Val en su artículo, una empresa de vidrio de Châteaubernard, en el departamento de Charente, ha cerrado uno de sus hornos durante seis meses por la falta de demanda, y eso ha supuesto colocar en desempleo temporal a 120 de sus 300 empleados.

A la espera de constatar la evolución del sector con nuevos datos de BNIC, en opinión del profesor de la Universidad de Burdeos Jean-Marie Cardebat, las razones de la caída "son menos estructurales que coyunturales". Este experto en el mercado de las bebidas alcohólicas reconoció a Le Figaro que el coñac, para una categoría de consumidores, representa "un marcador social", un símbolo de estatus, pero en tiempos de inflación no son pocos quienes prefieren renunciar a un producto tan caro para concentrarse en los bienes de primera necesidad.

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