Fabricantes | Grupo Bimbo, una empresa de escala global tutelada por la familia Servitje

Por primera vez en su historia, la dirección general recaerá en un foráneo: Rafael Pamias. La familia ha creado ex profeso el nuevo cargo de presidente ejecutivo para tutelar sus actividades y formar a las futuras generaciones de directivos.

Daniel Servitje, exdirector general de Bimbo. (Foto: cuartoscuro)
Daniel Servitje, exdirector general de Bimbo. (Foto: cuartoscuro)

Desde su fundación en 1945, la dirección general de Bimbo siempre ha recaído en un miembro de la familia Servitje —con la sola excepción de Santiago Castro, que ocupó el cargo en un breve interregno de cuatro años entre los dos mandatos de Roberto Servitje.

Garantizar una sucesión tranquila es una de las grandes dificultades a las que se enfrenta toda empresa que aspire a sobrevivir a las personas que hicieron posible su éxito inicial.

En el caso de la multinacional mexicana, los cambios de mando siempre han sido suaves y sin grandes golpes de timón. A Lorenzo Servitje, fundador de la compañía en 1945, siguió Roberto, su hermano y copartícipe en los primeros pasos de la panificadora, que asumió la dirección general en 1981.

Desde 1997, el cargo ha recaído en el sobrino de Roberto y primogénito del fundador, Daniel Servitje.

Durante su mandato de 27 años, la multinacional mexicana ha multiplicado por ocho su tamaño, ha llevado a cabo 93 adquisiciones y ha crecido en importancia hasta convertirse en la panificadora más grande del mundo, con 227 panaderías y más de 151.000 trabajadores en los 35 países en los que tiene actividad.

Todo lo cual, reconoce Daniel, no hubiera sido posible sin "la guía de Don Roberto durante 16 años como presidente del Consejo".

Daniel hizo su "primer verano" en la compañía de su padre en 1976, inició su cursus honorum en 1982 y, después de foguearse en varias posiciones de responsabilidad, accedió a la dirección general en 1997. En otras palabras, 21 años después de su primera experiencia en Bimbo y 15 años después de ingresar oficialmente en la empresa.

El pasado viernes 19 de abril, Daniel Servitje, de 65 años, anunció que cedería la dirección general. Por primera vez en la historia de Grupo Bimbo, el puesto recaerá en un foráneo: Rafael Pamias, que desde 2019 desempeña el cargo de vicepresidente ejecutivo.

Pamias acumula cerca de seis años de experiencia en la multinacional mexicana (antes de vicepresidente ejecutivo fue vicepresidente senior desde 2017), pero está lejos de contar con la implicación emocional y el apoyo interno de sus antecesores en el cargo.

Buena parte de su carrera laboral se ha desempeñado en otras compañías: entre ellas, las españolas Font Vella y Lanjarón (2005-2007) y Danone (2010-2017).

Con la finalidad de prevenir riesgos innecesarios y garantizar otra transición suave y ordenada, la multinacional ha creado ex profeso el cargo el cargo de presidente ejecutivo, que recaerá en su director general saliente, Daniel Servitje, y le permitirá supervisar el trabajo de su sucesor.

En principio, el nuevo vicepresidente ejecutivo tendrá como principal foco las decisiones estratégicas, con la misión de asegurar "el buen rumbo de la estrategia de la compañía a largo plazo y velar por los intereses de los accionistas y de la junta de administración".

La familia Servitje ha dado un paso más en la profesionalización de su cúpula directiva, pero no cederá tan fácilmente los últimos resortes del poder. Daniel ha reconocido que, desde la presidencia, seguirá impulsando el talento y la formación de las nuevas generaciones; con la esperanza, tal vez, de que un nuevo Servitje asuma el rumbo de la compañía en un futuro más o menos cercano.

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