Food | El zumo de frutas natural, un riesgo de obesidad, según un estudio científico

Un informe publicado por JAMA Pediatrics recomienda tomar las piezas de fruta enteras, debido a que de esta manera se asimilan mejor los azúcares y las fibras.

Zumos de naranja
Zumos de naranja

¿Qué es mejor: el zumo de fruta natural o la pieza de fruta entera? Esta es una pregunta habitual que se hacen muchas veces los consumidores y para la que parece ya haber una respuesta fundamentada.

"Se confirma lo que ya sabíamos: que el consumo frecuente de zumo (100% fruta) puede provocar un aumento del peso corporal, especialmente en niños. Por eso se recomienda restringir su consumo y priorizar la fruta entera", recoge en su LinkedIn Miguel Ángel Lurueña Martínez, doctor en ciencia y tecnología de los alimentos, haciéndose eco de los resultados de un estudio en la revista JAMA pediatrics.

Tal y como resume este experto, "da igual si el zumo está hecho en casa y es 100% natural y recién exprimido. El industrial también se hace así. Aunque aquí podemos encontrar diferentes tipos: exprimido, elaborado a partir de concentrado o néctar, este último es el peor porque no todo es zumo y además se puede añadir azúcar o edulcorantes, cosa que no se puede hacer en el resto", apunta.

Ahora bien, ¿por qué no es lo mismo beber zumo que comer fruta si el primero procede de esta última?, se pregunta. He aquí los motivos:

- La forma en que se encuentran los azúcares: en una naranja están dentro de las células. Cuando la comemos, se liberan lentamente y los absorbemos despacio. En un zumo se encuentran fuera de las células, en forma libre: los absorbemos muy rápido->aumenta mucho la glucosa en sangre y el páncreas tiene que producir más insulina: a la larga aumenta el riesgo de diabetes tipo 2.

- La fibra: en un zumo normalmente hay menos fibra que en la fruta entera: eso hace que nos saciemos menos y que la absorción de azúcares sea más rápida.

- La forma de consumo: la fruta entera hay que masticarla, lo que hace que nos saciemos más.

- La cantidad: si comemos una naranja a mordiscos, con una ya estaremos saciados. En un zumo tomamos el equivalente a tres o cuatro de una sentada: más azúcares y más calorías.

En todo caso, Lurueña aconseja no volverse locos: "Tomar un zumo de vez en cuando en el contexto de una dieta saludable no va a suponer un problema en personas sanas. Pero no es buena idea para consumo frecuente. Y sobre todo, no pensemos que es tan saludable como la fruta entera", argumenta.

Los resultados del estudio mostraron una asociación entre un aumento en las porciones de zumo de fruta y un aumento en el peso corporal, calculado en IMC (índice de masa corporal). Especialmente para los más pequeños, aumentar la dosis de zumo de frutas quizás con la intención de hacer que los niños "coman" la ración diaria correcta de fruta no parece una buena idea, recoge El Mundo.

A este respecto, el experto recuerda que es preciso tener en cuenta que el peso corporal y el IMC "pueden ser indicadores, pero por sí solos no valen mucho". "No nos obsesionemos con el peso", afirma. Y concluye: "En resumen, prioricemos la fruta entera en lugar del zumo".

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