Congelados La Sirena está buscando socios financieros que le ayuden a aliviar sus deudas. El procedimiento se ha puesto en marcha de común acuerdo con la banca acreedora: Banco Santander, BBVA, Rabobank, Natixis y BES.

La compañía, que soporta una deuda de 89 millones de euros, cerró su último ejercicio fiscal con una facturación de 159 millones, el 9% menos. Por ello, la cadena busca una inyección de capital que permita reducir el pasivo y seguir creciendo con nuevas aperturas, informa Europa Press.

Debido a las dificultades que los responsables de La Sirena tenían para cumplir con sus obligaciones financieras, el verano pasado la banca le alargó la deuda hasta julio de 2015. Asimismo, le aplazó el pago de las cantidades debidas en concepto de intereses.

La Sirena ha movido ficha en 2013 con un plan enfocado a recortar costes. Esto le ha permitido ralentizar la caída de las ventas y la pérdida de volúmenes. La compañía confía así en una estabilización de la cifra de negocio y espera mejorar su situación con un plan para la apertura de franquicias que se iniciará en este ejercicio en curso.

El director general de la compañía, Francesc Casabella, ha señalado que, pese a la caída de ventas, la empresa siempre ha registrado un resultado de explotación positivo y que dispone de un “negocio rentable”.