El optimismo parece ser la tónica con la que los consumidores españoles han iniciado 2015. Lo demuestra su nivel de confianza, que se situó en el primer trimestre del año en su nivel máximo desde 2010, según el último Estudio Global de Confianza de los Consumidores, elaborado por Nielsen. En concreto, el índice de confianza aumentó hasta los 67 puntos (4 puntos más que el trimestre anterior).

La evolución creciente de la confianza en España es paralela a la tendencia alcista del conjunto de Europa, aunque en este caso su ritmo de crecimiento fue menor, solo un punto de mejora respecto al trimestre anterior, hasta los 77 puntos.

A pesar de ello, con más de cinco millones de personas desempleadas, la confianza de los españoles se mantiene lejos aún de las cifras que registran otros países como Alemania (100 puntos), Reino Unido (97) o Países Bajos (89), todos ellos por encima del promedio europeo. De hecho, ocho de cada diez consideran que sus perspectivas laborales a doce meses vista no son buenas o son malas.

Esta situación provoca que los españoles busquen fórmulas para reducir gasto y aumentar el ahorro. El estudio indica que el principal cambio, cuando las condiciones económicas mejoren, está relacionado con el ocio fuera del hogar. Ocho de cada diez tienen pensado dejar de contener el gasto en esta partida para entonces.