Bodegas Muga invierte anualmente entre 2 y 2,5 millones de euros en la fabricación de más de 2.000 barricas, lo que significa un 15% de su parque total, informa la compañía vitivinícola.

Esta bodega riojana es una de las pocas que cuenta con cubero propio y tres toneleros en plantilla que fabrican gran parte de sus barricas, aunque también compran parte en otras tonelerías, recoge Europa Press. En sus cerca de 25.000 m2, todo gira alrededor del roble, protagonista con unos 200 depósitos en dicho material y 14.000 barricas fabricadas con diferentes tipos de esta madera: francés (Allier, Tronçais o Jupilles), americano, húngaro, ruso y también pequeñas partidas de roble español.

Isaac Muga, enólogo y responsable de producción de la bodega, explica que la madera de roble es fundamental para conseguir dar carácter y personalidad a los vinos. "No hay dos robles iguales, ni dos vinos iguales. Los enólogos nos encargamos de impregnar de vida al vino. La madera le imprime el carácter y es como el colegio del vino. Ningún vino de Muga va con una sola madera", ha explicado.

La bodega riojana realiza así una fuerte inversión en la adquisición de roble francés, aunque asegura que fabricar las barricas en Muga es un 7% más caro que hacerlo en una tonelería externa. Sin embargo, les permite saltarse dos intermediarios y garantizar sobre todo la calidad de su producto.

De esta forma, una barrica de roble de Vosgues puede costar alrededor de 650 euros, mientras que una de roble de Tronçais, con el que se consiguen unos vinos perfumados, suaves y aterciopelados en boca, ronda los 1.100 euros.

"La madera de mejor calidad es el roble francés, aunque ahora hay mucho roble que viene de otros países del Este de Europa, mientras que en España no se cuidan estos árboles", ha lamentado este experto. Sin embargo, los precios de la materia prima varían mucho: mientras que el metro cúbico de roble francés, del que pueden salir hasta 10 barricas, ronda los 5.000 euros, el roble centro europeo cuesta la mitad.